A un hombre impasible, rígido, severo y austero en sus costumbres, etc.
Eran los estoicos una secta de filòsofos fundada en Atenas por Zenon de Cicium, en la isla de Chipre, en donde naciò 372 años antes de Jesuscristo.
Despuès de haber perdido en un naufragio cuanto tenìa, se retirò a Atenas, y pasò a ser discípulo de Cràtes el Cìnico, y luego de otros filòsofos, hasta que a la edad de cincuenta años abriò su escuela particular en el Pecilo.
De este pòrtico o galerìa llamado en griego stoa, tomaron sus discìpulos el nombre de estoicos.
No obstante de lo mucho que se hallaba extendida la doctrina de Platòn y de Aristòteles, se llenò su escuela de una multitud de discipulos atraìdos por su caràcter bondadoso, y adquiriò muy luego la reputaciòn de los filòsofos contemporàneos.
La virtud era su ùnico bien, y el solo que les era permitido buscar. Las riquezas, las comodidades, los honores debían ser indiferentes al verdadero filòsofo estoico.
No admitian distinciòn en las faltas o delitos; la mas leve era considerada lo mismo que la mayor. Sòlo el filòsofo, segùn su doctrina, era el ùnico hombre libre, el àrbitro y señor de sì mismo.
Este debìa ser insensible al dolor y a la aflicciòn; habìa de ser superior a la opiniòn; debìa ignorar lo que era compasiòn o misericordia, y tenìa que desconocer todas las pasiones, aùn las mas inocentes en apariencia. Estos y otros que se llamaban preceptos de una rigurosa moral, preocupaban la muchedumbre, y dieron gran reputaciòn a la doctrina estòica.
El principal estudio de los estoicos era la dialèctica, en tanto que algunos de ellos sostuvieron que un dialèctico era siempre sabio.
La secta de los estoicos se extendiò y se acreditò en el imperio romano bajo el primer Antonino.
Las mujeres tuvieron tambien valor para abrazar el estoicismo, y se distinguieron en esta secta por la práctica de sus virtudes austeras.
Zenòn, despuès de haber enseñado por 48 años sin interrupción, muriò a los 98 de edad, sin haber tenido jamàs la menor indisposiciòn.
Los atenienses le erigieron un sepulcro en el Ceràmico y expidieron un decreto el mas honorìfico por haber inculcado siempre la virtud a los jóvenes que asistian a su escuela, y haber observado una vida arreglada a los preceptos que enseñaba.
Los estòicos se hicieron sobre todo notables por su moral; profesaban una doctrina austera, miraban la virtud como el soberano bien; negaban que el dolor era un mal: creìan en la Providencia y en las causas finales.
Esta doctrina fue profesada por muchos romanos ilustres: los estòicos mas cèlebres depuès de Zenos, fueron Chirsippo, Cleanto, Panetio, Posidonio, Atenodoro de Tarso y Epicto entre los griegos: Catòn, Sèneca, Trasees, Musonio, Rufo, Cornuto, Persa y el emperador Marco Aurelio en Roma; Justo Lipso y Esciopio entre los modernos.
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