Se llama asì con alusiòn a Hermes Trismegisto, personaje tal vez fabuloso, que los egipcios miraban como el padre de todas las ciencias, el legistador y bienchechor de Egipto.
Se supone que viviò veinte siglos antes de Jesuscristo y se le atribuyen una multitud de obras relativas a la religiòn y a las ciencias.
Habia sobresalido en la filosìa de èl llamada hermètica, o sea la alquima, omnimoda ciencia o gran arte filosofal como se calificaba antiguamente, de transmutar los metales y de encontrar la Panacea o la medicina universal.
Entonces se daba el nombre de sello hermètico, al que tapaba una vasija de modo que nada pudiese exhalar o salir de ella, lo que solia verificarse ablandando o fundiendo el cuello de la botella o vaso, y doblando o retorciendo la pasta del vidrio, metal o lo que fuese con unas tenazas o pinzas; y esto se llamaba cerrar hermèticamente o sea segùn el sistema o procedimiento de Hermes, nombre griego de Mercurio.
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