11/09/2008

QUE ES LA MEMORIA, COMO SE FACILITA, Y DE QUE MANERA SE REPRESENTA POR LOS ARTISTAS?....

Los antiguos divinizaron esta facultad del alma de reproducir en nuestra mente las imàgenes de lo pasado, dàndole el nombre de Mnemosina o Memoria. Supusieron que era hija del Cielo y de la Tierra y hermana de Saturno y de Rhea.


Jupiter bajo la figura de un pastor la hizo madre de las siete Musas.


Se atribuye, como dice Diodoro de Sicilia, a la titànida Mnemosina el arte del raciocinio y la imposiciòn de los nombres convenientes a todas las cosas; invenciòn que otros piensan se debe a Mercurio. Sin embargo, se cree generalmente que Mnemosina fue la primera que se sirviò de todo aquello que contribuye a recordar la Memoria de aquellas cosas que deseamos conservar.

La Memoria era una de las divinidades adoradas por los romanos. Algunos antiguos representaron a la Memoria como una mujer de mediana edad, cuyo tocado se hallaba enriquecido de perlas y piedras preciosas, la cual tiene cogida la punta de su oreja con los dos primeros dedos de la mano izquierda.

Cèsar Ripa en su Iconologìa le dà dos caras, para indicar que se acuerda de lo pasado y de lo presente, un vestido negro, una pluma y un libro.

Gravelot la figura como una mujer adornada de un tocado muy rico, para indicar que la residencia de la Memoria es en el cerebro. El buril, que tiene en la mano, expresa que en el cerebro es en donde se graban las ideas. Los elementos de diseño, como un ojo, una naziz, una oreja, etc., demuestran que adquirimos las ideas por medio de los sentidos. El perro colocado cerca de la Memoria sirve para manifestar que los animales gozan tambien de esta facultad.

Se halla expresado igualmente la Memoria sobre los monumentos por una figura de una jòven que fija un clavo traval.

En las ceremonias del oràculo de Trophonio se hacia beber el agua de la Memoria y el agua del Olvido a los que iban a consultarle, a los cuales se les hacia tambièn sentar en el trono de la Memoria.

En algunas piedras grabadas se halla expresada la Memoria con una mano que toca la extremidad de la oreja con esta palabra memento; por el uso observado por los antiguos de tocar la oreja de aquel a quien se le pedia que recordase alguna cosa pasada.

En el apoteosis de Homero del palacio Colona, la Memoria o recuerdo de las cosas pasadas se halla representada con una mujer que sostiene su barba con la mano, actitud propia de la meditaciòn. Mengs ha sido el primero que ha representado a Mnemosina en la galeria del cardenal Albani. Se hallla sentada en un sillon, con los pies sobre un escabel y tocàndose con la mano la punta de la oreja, con alusiòn a su nombre. Su cabeza se halla un poco inclinada, con los ojos bajos para no distraerse con los objetos que la rodean. La otra mano descansa con negligencia sobre su seno: actitud ordinaria de una persona sumergida en profundas meditaciones.


Leòn Agustino cree que la màscara alada de los retratos de Virgilio, no es mas que la imàgen de la Memoria, invocada siempre por los poetas.


La trabazon de las ideas, dice Condillac, es la base de la memoria. Esta, por consiguiente, dependerà principalmente del òrden y del anàlisis de las mismas ideas.


La mejor memoria y la mas segura es la que procede con juicio. Queremos, por ejemplo, aprender una relaciòn, un discurso: meditemos la idea principal, las ideas accesorias, su nùmero, su òrden, su trabazon, el plan de cada parte, sus divisiones, las subdivisiones de cada objeto, etc.


Procediendo de esta manera no es fàcil equivocarse. Mas aùn: cuando se olvidara la relaciòn, estarìa casi uno en el caso de arreglarla de nuevo sobre la marcha.


El objeto principal del òrden es para que se nos representen las cosas en el momento que tenemos necesidad de ellas.


Es sobre todo importante concebir bien, concebir con toda extensiòn y encontrarse en estado de comprenderlo y meditarlo.


La relaciòn mas interesante ò el discurso de mas mèrito pasan a ser insubstanciales y pesados si el escolar o el que deba recitarlos, tiene que ir recordando cada frase o cada verso en el momento en que ha de proferirlos.


Es necesario que la memoria abrace de un golpe, no solo lo que debe decirse en el momento, sino tambièn lo que dirà enseguida.


Un procedimiento muy ùtil y muy conocido, al cual es preciso acostumbraerse para tener el espìritu dispuesto y reunir a la vez una multitud de ideas, es de no retener de cada una mas que la palabra culminante que la encierra, y cuyo solo recuerdo reproduce la frase toda entera.


Un escritor cèlebre decia que las palabras son los correos de los pensamientos. Aplicando esta màxima en otro sentido, diremos que es preciso habituar al entendimiento a no tener necesidad mas que de palabras capitales en toda la extensiòn de la mas larga relaciòn.


Tres operaciones grabaràn en el espìritu lo que interese que retenga. Primero, concebir bien; en seguida racionar sobre cada cosa; ùltimamente leer y volver a leer el escrito. No obstante, sucede leer diez veces una misma cosa y no fijarse en el entendimiento, aunque uno entienda todas las palabras, lo que parece extraño, pues que la escritura da cuerpo a las ideas.


Se han buscado diversos medios o procedimientos para ayudar a la memoria, pero muchos de ellos preciso es confesar que no son mas que teorìas.


El arte de ayudar o facilitar la memoria por un mètodo artificial se llama Mnemònica o Mnemotecnia. Se cree que el segundo Simonìdes le inventò 430 años antes de Jesucristo.


Mnetrodoro, Carnèades, Raymundo Lulio, Jordan Bran, Lallemand, Winkelman, Mario de Asigni, Fenigle, Aunè, Paris y otros inventaron sucesivamente diversos mètodos mnemònicos mas o menos ingeniosos.


La memoria se fija mejor en lo que se ha visto escrito, y mas aun en lo que uno mismo ha escrito, porque hace el efecto de un cuadro, en el que uno va leyendo, digàmoslo asì, mientras se habla.


Se ayuda a la memoria por medio de los numeros, contando, por ejemplo, las cosas que se hayan de decir en un discurso o relaciòn.


A algunos les va muy bien el leer en alta voz para retener lo que estudian.


Cèlebres actores para aprender un papel le leian dos veces por la mañana y dos por la tarde por algunos dias, y enseguida procedian a estudiar los versos.


Hay una manera de estudiar recomendada por Leibnitiz, que la experiencia nos ha demostrado pràcticamente ser muy buena: consiste en aprender una frase y repetirla, luego repetir la primera y la segunda, enseguida la primera, la segunda y la tercera, etc., y asì sucesivamente.


Jeferson, uno de los libertadores de Amèrica decìa que no habìa podido jamàs retener las cosas sino en masa.


El gran artificio de la memoria es el ejercicio.



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