Hasta ocho poblaciones de España se ha disputado la satisfacción de haber dado a luz a Miguel de Cervantes Saavedra, como autor del Quijote:
Madrid, Toledo, Sevilla, Lucena. Alcazar de San Juan, Esquivias, Consuegra y Alcalá de Henares.
Esta ultima ha triunfado por fin de sus competidores, y se haya ya en pacifica posición de esta gloria, como puede verse por la siguiente Fè de bautismos de Cervantes.
“Certifico: yo el doctor D. Sebastian García y Calvo, cura propio de la parroquial de Santa María la Mayor de esta ciudad de Alcalá de Henares, como uno de los de libros de Bautismos, que dio principio en el año de mil quinientos y treinta y tres, y finalizò en el de mil y quinientos cincuenta, al folio ciento noventa y dos b….hay una partida cuyo tenor es como sigue:
“Domingo nueve días del mes de octubre año del Señor de mil quinientos y cuarenta y siete años, fue bautizado Miguel, hijo de Rodrigo de Cervantes, y su mujer Dra. Leonor. Fueron sus compadres Juan Pardo: bautízale el Reverendo Señor Bachiller Serrano, cura de Nuestra Señora. Testigos Baltazar Vázquez, sacristán y yo que le bautice y firmé de mi nombre.- Bachiller Serrano”…
“Concuerda con su original a que me remito , y para que conste donde convenga, doy la presente firmada en esta dicha ciudad de Alcalá de Henares en diez y ocho días del mes de julio de mil setecientos y cincuenta y dos años. Dr. D. Sebastian García Calvo (1)
Partida de muerto de Cervantes.
En los libros de la parroquia de San Sebastian de Madrid fol. 270 se lee:
“En 23 de Abril de 1616 años murió Miguel Cervantes Saavedra casado con Dra. Catalina de de Salazar calle del León. Reiciò los Santos Sacramentos de mano del Licenciado Francisco Lopez. Mandose enterrar en las Monjas Trinitarias. Mandó dos misas del alma, y lo demás a voluntad de su mujer, que es testamentaria, y el licenciado Francisco Núñez que vive allí.
El mismo Cervantes termina su obra inmortal diciendo:”Este fin tuvo el ingenioso hidalgo de la Mancha, cuyo lugar no quiso poner Cide Hemete puntualmente, por dejar que todas las villas y lugares de la Mancha contendiesen entre si por ahijarse y tenérsele por suyo, como contendieron las siete ciudades de Grecia por Homero”
Homero en efecto había adquirido igualmente un honor tan merecido con la Iliada y la Odisea, obras que compuso unos 1000 años antes de Jesucristo, que siete ciudades se disputaron también la gloria de haberle visto nacer, lo que dio lugar a un sabido distico.
Este poeta, digno como nuestro inmortal Cervantes de mejor suerte, se llamaba primero Melesignes, nombre que tomó por haberle dado a luz su madre cerca del río Meles y que cambió con el Homero, que quiere decir ciego, cuando perdió la vista hallándose en Colofonia.
La Iliada y la Odisea son un vasto repertorio de conocimiento mitológicos, históricos y geográficos de su tiempo, y una pintura animada de la sociedad en la época en que el vivía. Los viajeros se sorprenden aun en el día de hallar el teatro de la guerra de Troya tal cual el le describió tres mil años atrás, y los navegantes que surcan el Mediterráneo reconocen los escollos y los promontorios que Néstor y Menelao vieron.
De estas dos obras, la primera tiene por objeto la cólera de Aquiles muy perniciosa a los griegos, los cuales incendiaron a Troya, y en la otra el Poeta griego canta los viajes y las aventuras de Ulises después de la toma de esta ciudad.
Madrid, Toledo, Sevilla, Lucena. Alcazar de San Juan, Esquivias, Consuegra y Alcalá de Henares.
Esta ultima ha triunfado por fin de sus competidores, y se haya ya en pacifica posición de esta gloria, como puede verse por la siguiente Fè de bautismos de Cervantes.
“Certifico: yo el doctor D. Sebastian García y Calvo, cura propio de la parroquial de Santa María la Mayor de esta ciudad de Alcalá de Henares, como uno de los de libros de Bautismos, que dio principio en el año de mil quinientos y treinta y tres, y finalizò en el de mil y quinientos cincuenta, al folio ciento noventa y dos b….hay una partida cuyo tenor es como sigue:
“Domingo nueve días del mes de octubre año del Señor de mil quinientos y cuarenta y siete años, fue bautizado Miguel, hijo de Rodrigo de Cervantes, y su mujer Dra. Leonor. Fueron sus compadres Juan Pardo: bautízale el Reverendo Señor Bachiller Serrano, cura de Nuestra Señora. Testigos Baltazar Vázquez, sacristán y yo que le bautice y firmé de mi nombre.- Bachiller Serrano”…
“Concuerda con su original a que me remito , y para que conste donde convenga, doy la presente firmada en esta dicha ciudad de Alcalá de Henares en diez y ocho días del mes de julio de mil setecientos y cincuenta y dos años. Dr. D. Sebastian García Calvo (1)
Partida de muerto de Cervantes.
En los libros de la parroquia de San Sebastian de Madrid fol. 270 se lee:
“En 23 de Abril de 1616 años murió Miguel Cervantes Saavedra casado con Dra. Catalina de de Salazar calle del León. Reiciò los Santos Sacramentos de mano del Licenciado Francisco Lopez. Mandose enterrar en las Monjas Trinitarias. Mandó dos misas del alma, y lo demás a voluntad de su mujer, que es testamentaria, y el licenciado Francisco Núñez que vive allí.
El mismo Cervantes termina su obra inmortal diciendo:”Este fin tuvo el ingenioso hidalgo de la Mancha, cuyo lugar no quiso poner Cide Hemete puntualmente, por dejar que todas las villas y lugares de la Mancha contendiesen entre si por ahijarse y tenérsele por suyo, como contendieron las siete ciudades de Grecia por Homero”
Homero en efecto había adquirido igualmente un honor tan merecido con la Iliada y la Odisea, obras que compuso unos 1000 años antes de Jesucristo, que siete ciudades se disputaron también la gloria de haberle visto nacer, lo que dio lugar a un sabido distico.
Este poeta, digno como nuestro inmortal Cervantes de mejor suerte, se llamaba primero Melesignes, nombre que tomó por haberle dado a luz su madre cerca del río Meles y que cambió con el Homero, que quiere decir ciego, cuando perdió la vista hallándose en Colofonia.
La Iliada y la Odisea son un vasto repertorio de conocimiento mitológicos, históricos y geográficos de su tiempo, y una pintura animada de la sociedad en la época en que el vivía. Los viajeros se sorprenden aun en el día de hallar el teatro de la guerra de Troya tal cual el le describió tres mil años atrás, y los navegantes que surcan el Mediterráneo reconocen los escollos y los promontorios que Néstor y Menelao vieron.
De estas dos obras, la primera tiene por objeto la cólera de Aquiles muy perniciosa a los griegos, los cuales incendiaron a Troya, y en la otra el Poeta griego canta los viajes y las aventuras de Ulises después de la toma de esta ciudad.
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